Por Mizraim Gopar
Muchas veces las oportunidades de diseño se encuentran alrededor nuestro en las prácticas más mundanas y suelen pasar desapercibidas. La constante búsqueda de la innovación ha cerrado nuestro panorama al campo de la tecnología electrónica y de software, haciéndose impensable desarrollar un producto que no utilice pantallas táctiles o apps para smartphones. Sin embargo, existen hoy sectores de la sociedad en que la resolución de sus problemas no se consiguen con el implemento de una computadora o de servicios electrónicos.
El carrito para cartoneros presentado hace pocos días en Argentina es un claro ejemplo de diseño social. Donde se aborda el problema de un determinado sector de la comunidad; los cartoneros. Mediante el cuál se busca mejorar las condiciones de trabajo y facilitar la integración de la actividad a la sociedad.
Analicemos como una aportación de diseño se convierte en una tercera opción a problemas sociales. En este caso existen dos planteamientos que necesitan resolverse desde dos posturas opuestas:
A) Los cartoneros tienen por fuente de ingreso la recolecta de residuos, actividad de riesgos ergonómicos que afectan la salud de la persona.
B) La imagen que refleja el aspecto de los cartonero es motivo de queja de la población y contamina visualmente el paisaje urbano.
Cada una de estas situaciones puede ser resuelta de manera eficaz a través de medios de legislación o regularización. Pero el dar solución a uno implica la afectación del otro, así que la interrogante es ¿cómo llegar a un punto mediador?
Claudia Alvarez
Que un plato sea atractivo hace que lo aprecies, pero que sea bello, funcional y comestible hace que lo desees. Seguro querrás tener uno en este preciso momento.
Estamos hablando nada más ni nada menos de los platos “rollware” diseñados por Joanne Choueiri, Giulia Consenza y Povilias Raskevicius, estudiantes de la maestría en Interior Architecture & Retail Design (MIARD) del instituto Piet Zwart.
Este interesante traste surge de un proyecto llamado “Altered Appliances” , el cual tiene como objetivo investigar cómo hacer que utensilios de cocina de baja tecnología sean replanteados como alternativas de herramientas de diseño para nuevas experiencias en la cocina.