Por Santiago Soria.

El tema de 3D printing se ha vuelto tan común en nuestros días que pareciera que a diario surgen nuevas aplicaciones de esta tecnología; se pensaría que es algo nuevo e innovador en nuestros días, pero la realidad es muy diferente. El primer contacto con esta tecnología fue en 1983, sin embargo las máquinas que se utilizaban eran grandes, toscas y por consecuente muy caras y de difícil acceso público. Fue hasta el 2005 cuando se creó la RepRap, la primera impresora autorreplicante, con la capacidad de imprimir sus propias piezas y crear así otras impresoras y en este preciso momento es cuando los costos de las impresoras comenzaron a disminuir y su comercialización empezó a tomar forma.
En teoría se ha utilizado para la manufactura rápida de ciertos elementos para su comercialización; ha ido desde crear joyería, juguetes y en algunas ocasiones ropa u objetos de uso diario.
Aunque han ocurrido eventos aislados que le dan un giro al significado del 3D Printing, los cuales ameritan de nuestra total atención, ya que son la razón por la que creemos que esta
herramienta marca el inicio de una nueva era industrial.

Medicina
La empresa Organovo desarrollo una impresora 3D capaz de fabricar tejidos orgánicos, por su parte Heriot-Watt esta en la investigación para crear órganos que pasen la frontera de la incompatibilidad con los pacientes, combinando estos dos proyectos pueden romperse dichas barreras, inclusive lograr que sea de una forma simple y económica.

Gastronomía
Tal vez mas de alguno hemos ido hablar de The Sugar Lab, donde crean estructuras complejas con impresión 3D usando solo azúcar. Pero existen casos que van mas allá de valores estéticos, por ejemplo, la NASA ha estado investigando la posibilidad de desarrollar comida desde cero.
Si bien esta idea pareciera ser ya bastantemente utilizada por restaurantes que imprimen comida, la NASA propone algo más; la posibilidad de controlar el valor nutricional de cada alimento gracias a la ayuda de Systems and Materials Research Corporation. La meta es conseguir erradicar la escasez mundial de alimentos.
En esencia se trata de un cartucho compuesto por polvos de proteínas, azúcares y carbohidratos, entre otros, que en combinación con aceites y líquidos podrían crear la base de diversos alimentos. Dicho cartucho estima una duración de 30 años.
¡Imaginemos los beneficios que proporcionará a personas con diabetes los cuales llevan una dieta regulada para garantizar su salud!
También está el caso de imprimir carne mediante la manipulación de células vivas que podrán acabar con el sacrificio animal gracias a la impresora bioprinter 3D, desarrollado por el profesor Gabor Forgacs, junto con su hijo Andras Forgacs. Gracias a la manipulación de células madres que se replica en los laboratorios. Ya tienen un prototipo pero aún no es apto para el consumo humano, esperemos que en el futuro próximo este desarrollo pueda ser ya un hecho.
Casos como estos que puedan resultar extraordinarios ya están en curso. Entre otros campos de acción también el 3D printing esta presente en la construcción y en los textiles, solo por mencionar algunos.
Ahora que las impresoras 3D estan creciendo en el mercado, su precio de adquisición comenzara a disminuir hasta ser accesible para todo el público. ¿Que significará esto para el mercado en un futuro? Ya hemos visto los beneficios de que ciertos dispositivos sean Open Source, es decir, abierto para que cualquier individuo pueda generar sus propias aplicaciones mediante la modificación y manipulación de una tecnología en común, ¿Y si el 3D printing estuviera encaminado en este rubro, que más se podría lograr ahora que ya hemos visto de lo que es capaz esta herramienta?
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Karlos GC (viernes, 04 septiembre 2015 15:28)
Como todos los descubrimientos que la ciencia y la tecnología van realizando tienen dos lados: el negro y el blanco. Qué engendros impresos en 3D nos esperan...